LAS CALLES
Como una brisa leve, como un raudo
temblor es tu presencia. Necesitas
esta ciudad a solas para hallarte.
Un farol azulea tristemente
perfiles de compases y espadañas,
y algún zaguán de mármol es refugio
para lluvias tempranas. Como un día
cualquiera vas errante, qué remedio,
con el paso fugaz del desamparo.
(de DESDE NOVIEMBRE, 1992)
No se pisan bien los caminos que se andan...
ResponderEliminarSaludos.