INVISIBLE

 

Ya no es cuestión de haber sobrevivido

a tanto desencuentro e injusticia,

ni siquiera se trata de ir tan lejos

como nunca pensaste. Qué nostalgia

cuando la luz se posa en el alféizar

y te ciñe el aroma de unos nardos. 

Fueron hombres, ciudades, estaciones,

la voz de Shirley Horn como consuelo,

tantas sombras en llamas, tanta nieve

como siempre encendiste. Qué tristeza

cuando encuentras vacío el escenario

con las localidades agotadas. 

Ya no es tiempo de ver cómo transcurren

los días de los otros, sus disfraces

urbanos entre sólidos diluvios,

ni siquiera de ir de celda en celda

hasta que alguien derribe las murallas. 

Has llegado, por fin, a ese objetivo

donde serás aún más invisible.

                                                 (de ES INÚTIL QUE DUERMA, 2015)

Lienzo de Max Ernst