LA
PIEDRA DE LA LOCURA
El
columnista tiene la costumbre
de
juzgar a los vivos y a los muertos
en la
triste esquinilla que rebaña
a la
página fría de un periódico.
Cuando
está recordándose a sí mismo,
encuentra
un sucedáneo
de
inspiración, y a ello se abandona
entre
prosas de rancia catadura,
luciendo
foto en sepia de su mente,
aquejada
hasta hoy de cálculo vesánico.
Y
como no halla norte
de
síntesis o análisis,
echa
a escribir su fértil aspaviento
dejándose
el bolígrafo en la huida.
Tan
insano juicio
solo
coge al lector no confesado.
(de GALERÍA DE INSOMNES, 2016)
Lienzo de Trisha Shattuck
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