III
Tu
secreto albedrío
se
escapó de la noche,
apartando
las sábanas
y
su antigua indigencia.
Por
cada desengaño
surgía
un caminante,
cuyos
ojos rompían
la
oscuridad más clara.
Después,
qué pocas sombras
te
han dejado morir.
(de REGAZO E INTEMPERIE, 2007)
Lienzo de J. Enrique González
Encantada de seguir encontrando gente que escribe poesía. ¡Saludos!
ResponderEliminarGracias, Regina, yo también lo estoy por seguir encontrando lectores tan amables como tú. Saludos.
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