V
El
viento que rondaba las ausencias
de
ti misma, trazó tu nuevo mapa
en
una habitación de cal y llanto.
Paredes
invisibles
cuadraban
un destino
menos
tuyo que nunca,
dirigían
el alba
al
borroso paisaje
de
las desolaciones.
El
viento no cerró ninguna puerta,
ni
siquiera movía las agujas
de
un reloj sin minutos que marcaba
tu
libertad inmóvil. Era el viento
otra
lanzada más en propia carne.
Cenit
de cal y llanto,
habitación
postrera
donde
la aurora ardía
contra
toda esperanza,
destino
intransitable
más
tuyo que la muerte.
(de LANCE SONORO, 2007)
Lienzo de Henry Yan
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