DENTRO  DE  UN  AÑO

Y encendiste la luz para volver a comprobar

que todas las cosas están exactamente colocadas como estarán dentro de un año…

Sí, son versos terribles, cenitales.

Cada vez que los lees te reflejas

en ellos, en su pura actualidad,

como por vez primera, desatándolos.

Todo está donde estaba hace ya muchos sueños,

muchas condenas, muchas soledades. Y nada

provoca su traslado hacia nuevos orígenes,

más allá del abismo que sirve de refugio.

Esa luz sigue siendo la cordura yacente,

la erupción impensable para cualquier ceguera.

Esa luz no se apaga cuando sales al mundo,

ni al final de las noches prisioneras del día.

Sí, son versos terribles, como todas

las cosas que pudiste haber cambiado

de lugar en tu vida, sin espejos

que las multiplicaran a tu suerte.

Dentro de un año, dentro de mil desolaciones,

estarás igualmente colocando vacíos,

recuerdos prematuros, malheridas palabras,

todo para que vuelvas a comprobar quién eres.

                                            (de ES INÚTIL QUE DUERMA, 2015)

Lienzo de Vilhelm Hammershøi