jueves, 23 de febrero de 2017






PORQUE NO HE ADVERTIDO OTRO MILAGRO
que el de una luz gloriosa de vidrieras,
vuelvo a implorar su gracia iridiscente,
su aparición, ahora bajo el cielo
de Al-Turayya, como otro cuerpo místico,
poblado de azafeas de oro y plata,
de mocárabes, de ébano y de sándalo.
Porque no he percibido otro destello
que el de esta lucidez, vuelvo a admitirlo
tras la contemplación menos divina.


                                                                    (de DOMUS AUREA, 1999)

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