miércoles, 28 de octubre de 2015





                 XXXVIII

 
Cómo sanar de todos los olvidos
si no es yendo al recuerdo
de un ábside torcaz sobre la vega.
Alejada del rito,
entre ángeles, músicos y vírgenes,
la Majestad de Toro
se mece sobre el Duero,
manto fluvial de espumas
que transparenta su policromía.
Cómo curarse en luz, si la belleza
responde del paisaje
bordeado por ígneas arquivoltas.
Distante en su atalaya,
la sola dimensión se desvanece
bajo los arcos puros, río abajo,
camino de otro sacro paraíso.
 

                                                          (de REGAZO E INTEMPERIE, 2007)


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