BRAHMS SE ADENTRA EN
Un camino de muerte
sigue abierto después de tanta vida.
La sinfonía invade laberintos
de un alma sin más alas que su cielo,
recorre ese camino agonizando,
hiriéndose a sí misma,
casi tocando tierra…
La hora del regreso se decide
cuando un olvido tuerce
los senderos del viento, y nadie sabe
a dónde llegará la despedida
de una mano de mármol
que aguarda, abandonada
en un rincón de otoño,
la hoja que se quede entre sus dedos.
Y, mientras tanto, siguen
sobrevolando ocasos
los movimientos últimos
que transforman la luz en sinfonía.
La hora del regreso… ¿En qué tinieblas
permanece dormida? Sinuosos,
buscan un horizonte los olvidos,
y la mano marmórea quema el viento.
Brahms se adentra en la tarde
con suavidad de muerte deseada.
(de TRASLUZ, 1989)
No hay comentarios:
Publicar un comentario