LO
TEMIDO
Sólo
temo a los ojos
que
no sepan brillar en la agonía,
que
cieguen sus senderos
cuando
quieran calmarse la mirada.
Temo
a palabras turbias
caídas
en vacíos insondables,
ahogadas
en los ecos
del
mundo que las piensa sólo hablando.
Temo
a los brazos débiles
que
no saben ceñir las tempestades,
y
van alzando huellas
de
cuerpos calcinados en sus fraguas.
Sólo
temo a esas manos
agostadas
por no pulsar la lluvia,
temblorosas
al viento
del
amor, intangibles y yacentes.
Ceñir
miradas silenciando pulsos
a
todo lo temido
es
emprender de nuevo la existencia.
(de AQUÍ QUEMA LA NIEBLA, 1986)
Lienzo de Michael Tolleson
Temer es una buena opción para no caer al vacío. Siempre es un placer leerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, María José, para mí es un placer compartir la poesía con lectores de tanta sensibilidad como tú. Otro abrazo.
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