HUIR  HACIA  ADELANTE

                         La aventura de huir hacia adelante

no se salda con una despedida

más o menos triunfal, ni con la nieve

                         cayendo entre miradas

sujetas al vacío.

Huir hacia delante significa

la negación de aquello que el pasado

insiste en presentar como futuro,

porque nada discurre salvo la propia historia,

y ni el adiós o el hecho

de partir son sentencias

que condenan por siempre a los desarraigados.

Huir es comprender que todo asombra

de nuevo, que el paisaje

nocturno, situado

detrás de la alambrada,

es pura libertad si se consigue

poseerlo desnudo con un alma de fuego.

                                                   (de DOS LENTAS SOLEDADES, 2002)