lunes, 17 de junio de 2013


                   


             I X

 
Nunca hubiera soñado
que la verdad podía
diluirse en el tiempo.
Su verdad, una inmensa
tentación sin palabras.
No pudo ser el mismo
fracaso, si tenía
envoltura de fuego.
Tal vez era su nombre, poco antes
de anticipar la muerte.
Larga paz al deseo,
a la luna sangrante
sobre un lecho vacío.
No hay muerte más oscura
que la del resignado.


                                                   (de HYPNOS EN LA VENTANA, 2009)

Lienzo de Leisa Collins

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