domingo, 16 de junio de 2013


                 


        MÁRMOLES

 
Hay huellas que no quieren
reconocer el suelo
donde fueron salvadas. 

Su esperanza consiste
en un tibio reposo
más allá del verano,
sobre hojas sin vuelta. 

La tarde se desliza
por húmedos silencios,
de bóveda en alfarje,
como gotas inertes. 

Hay huellas que no asisten
a su propio retorno,
que aún están marchándose
de unas plantas de mármol.


                                                                  (de LIENZOS DE CAL, 2008)

3 comentarios:

  1. Tocada y hundida, María. ¿Cómo lo haces?

    Toda la luz desde tu luz.

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  2. Gracias, querida Ana, eres muy generosa con tus comentarios. No sé, será que escribo sobre Sevilla y su luz sustituye mi pluma, no podría explicarte... Un abrazo.

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  3. Un bosque de columnas y detrás el detalle de la efímera sangre perecedera. Un saludo

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