lunes, 29 de abril de 2013


        


   VALLE DEL SILENCIO

 
La orilla de la carne
desconoce sus aguas.
Temida luz se clava en los rincones
del espíritu. Mudos caminantes
recitan cada huella
perpetuada. Quieren
volar por sus honduras piedra y árbol.
Ascética orfandad recorre el día
casi nocturno, casi amanecido.
Las orillas del mundo
desconocen sus cuevas.
Doliente sol extingue cada rayo
sobre las escondidas oraciones
que suben por la carne hasta el silencio.


                                                  (de AQUÍ QUEMA LA NIEBLA, 1986)

2 comentarios:

  1. Quién me presta los dos primeros versos para hacerme un carril a esa poética tan enorme.
    Y me parece muy buena la nueva portada, jardines de nuestra infancia, de nuestros recuerdos y vivencias, que siguen vivos, que están ahí; todavía. Saludos, María.

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  2. Hola José Luis, gracias por tu comentario tan generoso, y mira que hace años de esos versos...
    Sobre la nueva portada, es una foto que hice de nuestros jardines hace una semana, me quedó más o menos bien y por eso la he puesto. Ya sabes que ese espacio siempre merece la pena, allí permanece todavía el sitio que dejamos.
    Un abrazo.

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