martes, 13 de marzo de 2012

           


           EL VÉRTICE


Aquella vez fue duro. Hoy es triste
contar una por una
las sombras de las calles,
mientras la puñalada del recuerdo
te acecha en cada esquina.
Tú sabes que fue tanto el abandono,
que todavía dudas
de sentir en presente,
de albergar la razón, aunque te sobre. 

Aquella vez es hoy. Ayer no era
sino las calles grises donde el tiempo
se emboscaba despacio,
aguardando la noche para hacerte
desangrar la memoria,
y lograr que pasaras por encima
de tu propio cadáver.


                                       (de A CIERTA ALTURA, 1998)

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