lunes, 12 de marzo de 2012

    
      El amanecer (Paul Delvaux, 1943)


               SALMODIA


La vida nos demuestra
que siempre ha de llegar el día siguiente,
a pesar de las hojas
caídas de esa cruel incertidumbre
que obliga a descender a los inviernos
sin fin de cada uno. 

La vida nos coloca
en un amanecer aventurado,
para luego rendirnos
con algún pensamiento sobre el límite
de la noche desierta. 

Apenas hay que hacerle
caso al día siguiente, a la pregunta
sobre cómo llegar, si no nos consta
que existiera algún punto de partida,
a pesar de que el tiempo
va posando en nosotros su inclemencia
en nombre de las horas aplazadas.


                                         (de POLIFONÍAS, 1997)

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