Aquel día feliz que fue mi infancia,
de alhucema y cristales empañados
con el vaho invernal, sigue existiendo
por mi sola ilusión al rescatarlo
de entre tantos momentos en que siempre
sucedía la luz como un milagro.
Mi infancia, reducida a aquel pasaje
de alhucema e invierno, va buscando
la exacta nitidez de una memoria
cuya verdad aún le da la mano.
(del PREGÓN DE LA CABALGATA DE REYES MAGOS DEL ATENEO DE SEVILLA, 2002)
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