miércoles, 7 de diciembre de 2011

               
                 El ojo del silencio (Max Ernst, 1943-44)



“SUFRIENDO AQUELLO QUE DECIR NO PUEDO”


                       Hasta ahora he vivido ciegamente,
si es que acaso he vivido.
Negándome la luz de la mañana,
reconozco el olvido
en donde el corazón se debatía,
ajeno a sus latidos.
Hasta ahora he tenido que valerme
de un séptimo sentido
para encontrar el fin de aquella noche
clavada en el vacío.
Así, quien amanece con propósito
de ocultar su martirio,
no paga, como yo, con la existencia
a ese fiel enemigo
que le deja morir entre las sombras,
a manos del destino.
Hasta ahora no he sido más que un límite,
un cruce de caminos,
viviendo ciegamente, si es que acaso
la vida fue lo mío.


                                        (de A CIERTA ALTURA, 1998)

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