SIN PERMISO
El hombre solitario
se durmió para siempre sin permiso
de alguna autoridad reconocida.
Apenas tuvo tiempo
de pensar si vivir o desvivirse,
mientras le iban montando nuevos cirios
los viejos oferentes.
Su penúltimo día en este mundo
lo dedicó a buscar aquel decreto
donde se le asignaba
su cuota de fracaso
recogida en la ley sancionadora.
El hombre nunca supo
que hay gente a la que multan por morir
sin haberse humillado.
(de GALERÍA DE INSOMNES, 2016)
Lienzo de Pawel Kosior
No hay comentarios:
Publicar un comentario