lunes, 1 de abril de 2019





































           VOZ  MEDIANTE


Segada ya la mies, vacío el surco
tras aquella inocencia sin regreso,
van borrándose días
tanto crece su huella en el sendero.
Pudo ser tu esperanza,
o tal vez su destello,
lo que marcó la siembra prometida
con límites de cielo.
Quién diría que ahora, como entonces,
el paisaje y el tiempo
inventan estaciones inclementes
para hurtar la llegada de tu cuerpo.
Pero el sol es el mismo, la palabra
que a solas te cobija sigue siendo,
entre otras estrellas,
de libertad el único reflejo.
Serenas ya las noches,
colmada la renuncia, vivo el sueño,
aguardas, voz mediante,
que se allane esta tierra de tus versos.


                                                             (de VOZ MEDIANTE, 2006)


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