III

Los viajes acercan

lejanías de muerte.

Quién no irá peregrino

por su ser, hasta el punto

de tenderle horizontes

que le marquen los límites…

Hay estíos que alargan

llamas hasta la carne

interminablemente,

pero llega ese día

cinéreo en que la tierra

no les responde, y huyen

a doradas alturas

de cualquier bosque. Sueños

hay que buscan tristezas

donde asentarse, y beben

largo tiempo en sus lágrimas;

pero, tarde o temprano,

la realidad confunde

moradas y refugios,

y marchan con el viento.

Quién no atará distancias

culminando su viaje

más cerca de la vida

que de la muerte… Siempre

tendrá sueños y estíos

borrándole la senda.

                                                            (de TRASLUZ, 1989)

Lienzo de Álvaro Castagnet