martes, 17 de mayo de 2016


   
    

Y NO HAY MANERA DE SALVAR LA VIDA

 
La nada ha comenzado
el asedio a tu celda,
anunciando su impronta
con un himno de lluvia. 

Afuera, los vencejos
desordenan el aire
como si recitaran
una anarquía fúnebre. 

Dentro, te desesperas
palpando la premura
de lo que aún es tuyo,
vengador del vacío. 

La nada cerca el tiempo
como espinos candentes,
agrieta la muralla
de tus invocaciones. 

Afuera sólo hay sombras
rendidas al oráculo
que quiso dominarte
cuando lo amabas todo. 

Dentro, penosamente,
has rogado una tregua
para salvar tu vida
de lo que ya no existe.


                                       (de LA PAZ DEL ABANDONO, 2014)

Lienzo de René Magritte

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