viernes, 9 de octubre de 2015





        PASCUA  FLORIDA

 
El que resucitó tiene sus pies
posados sobre el brote más tierno de una rama,
e ignora otro milagro que no sea
el vuelo de sí mismo hacia la vida.
Descendiendo en la lluvia
quiso manar de todo antiguamente,
pero no convertía su presencia
en agua sostenida
por el viento que apenas le alejaba.
Y comprendió de pronto la lenta primavera
donde había de alzarse. Fue desnudo
a recibir un sol inmaculado,
y recordó su nombre
tal como lo entonaban los jilgueros
con las últimas luces de la tarde.
El que resucitó tiene motivos
para creer a tiempo, desplegando sus ansias
desde una libertad recién nacida,
elevada hasta el grito de una estrella.
 
 

 
                                                    (de DOS LENTAS SOLEDADES, 2002)

No hay comentarios:

Publicar un comentario