martes, 21 de julio de 2015


     


   LA  PAZ  DEL  ABANDONO

 
Como un lento dolor ya padecido,
situaste tus ecos solitarios
en la bóveda gris de la llovizna.
No fue el sometimiento
de una amargura en ciernes
lo que te confinaba,
sino algo acrisolado
por la verdad postrera.
Sufriste el espejismo
de oír cada deseo
golpeando tus sienes,
cada voz como pulso
cuando apenas volvías
a creer en los hombres
que nunca te creyeron.
Como un lento regreso a lo vivido,
como quien siempre fue lejos sin irse,
agitaste tus alas en la noche
para romper la paz del abandono.


                                                                    (de DANAIDE, 2012)

Lienzo de John Pitr

No hay comentarios:

Publicar un comentario