Amor herido. Glorieta de Bécquer, Sevilla
EN
TODOS LOS SENTIDOS
La
herida yace en todos
y
cada uno de los sentimientos,
durmiendo
a la intemperie, despertando
antes
de que el olvido comience a sepultarla.
No
basta su existencia,
no
es suficiente el paso de los días
con
su ruido de fondo:
al
final se pronuncia
en
voz alta, sin dar una respuesta.
¿Quién
no amó de repente,
y
de repente tuvo
que
enfrentarse a sí mismo por su causa?
¿Quién
tan abandonado
del
propio corazón como para sumirse
en
busca de lo incierto?
Mientras
venga algún ángel
a
remover las aguas de una herida,
hay
que sanar, sin duda;
hay
que vivir en todos los sentidos.
(de DOS LENTAS SOLEDADES, 2002)
No hay comentarios:
Publicar un comentario