miércoles, 9 de mayo de 2018

  


      A RODRIGO DE XEREZ

 
Ojos míos, de lumbre y madrugada,
que rasgasteis la niebla por noviembre
mostrándome el camino del adviento. 

Sangre mía, oh savia nueva y libre,
que incendiaste mi pálida corola
para que su rubor prendiera el aire. 

Cielo mío, tan pleno de armonías,
constelado y mutable, pero eterno,
desvelándome a solas sus arcanos. 

Todo esto eres tú, por si lo ignoras.


                                                   (de VIVIR POR DENTRO, 1992)

Lienzo de Deborah MacQuarrie

No hay comentarios:

Publicar un comentario