lunes, 7 de mayo de 2018




          DELTA DEL EBRO

 
Tendidos sobre el mar están mis días,
sin refugio posible, al descubierto,
a merced de las olas y las aves,
en espejo de nubes reflejados. 

Tendida sobre el mar está mi muerte,
en constante deriva, aunque conozca
el modo de llegar hasta mi puerto,
aunque un faro recóndito la guíe. 

Sobre el mar un deseo cristaliza,
se calma algún temblor entre la espuma,
y el viento del amor roza mi carne
hasta pulirla triste y lentamente. 

Delta soy por la gracia de las aguas;
su sal y su dulzura me recubren.
Tendido sobre el mar, como otro cielo,
mi corazón a solas, desterrado.


                                                          (de AVES DE PASO, 1991)

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