sábado, 3 de marzo de 2018




      PRIMERAS  LLUVIAS

 
Hasta casa llegaba aquel aroma
del albero mojado
con las primeras lluvias.
Me asomaba a la puerta
de atrás, en calle Rastro,
y hasta el alma vencían
las ráfagas de viento
que desde los Jardines
traspasaban lo gris de la mañana.
Llovía entonces más. Algunas gotas
herían los cristales
de cercanos balcones.
Olor a albero, Rastro, zaguán húmedo,
prematura presencia del invierno... 

Dentro de aquel aroma
quedóse intacto el tiempo, para cuando
otras primeras lluvias
de latidos, de sombras, de silencios,
me hicieran florecer en lo más íntimo.


                                                 (de JARDINES DE MURILLO, 1989)

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