sábado, 10 de febrero de 2018





 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
“UN CORAZÓN CONMIGO ENDURECIDO”
 
 
Debo seguir viviendo porque, afuera,
se suceden ocasos
que calman la orfandad de mi latido,
porque tal vez hay algo
parecido al amor para invadirme,
alguien para mis manos.
Afuera todavía quedan sombras
que gotean su paso
por la luz de una tímida esperanza,
que dan al desengaño
valor de permanencia; todavía
son restos del naufragio.
Porque seguir así, con la tristeza
abierta en el costado,
significa que todo cuanto quise
continúa sangrando,
aunque ya mi latido sólo suene
como un aldabonazo. 

Al fondo del crepúsculo se arquea
la línea del fracaso.
 
 
                            (de A CIERTA ALTURA, 1998) 

 

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