ENCUENTRO

 

Tras de la voz de un hombre

se oculta siempre un dejo indefinido,

algo como una estela de tristeza

presagiando el dolor tarde o temprano. 

Voz que engendra el misterio

a la hora de partir en cualquier noche;

voz sin dueño, llovizna

que anega lentamente los sentidos. 

Yo no sé si el adiós que me circunda

desde hace tanto olvido es consecuencia

de la propia palabra, si el silencio

se reencarna en constante despedida. 

Detrás de nuestras voces,

amado, sólo queda

el tiempo pronunciado, permanecen

encendidas sus sílabas,

por si acaso hay un eco

que guíe la esperanza

de volver a encontrarnos

tú y yo al otro lado de la vida.

                                                                        (de AVES DE PASO, 1991)

Lienzo de René Magritte