LA SOMBRA
Él siempre está contigo y no le tienes.
Si acaricias sus manos, se te escapan
a lo más invisible; si su rostro
desciende sobre el tuyo, una brisa
lo desvanece entonces. Y comprendes
que tan sólo se trata de un recuerdo
proyectándose en ti de madrugada.
(de DESDE NOVIEMBRE, 1992)
No hay comentarios:
Publicar un comentario