lunes, 5 de junio de 2017






























           COMO EL ÁMBAR

 
Ahora más que nunca
te sientes una extraña en tus dominios,
perdida, sin aliento. No consigues
volver a los jardines de tu infancia,
a su albero mojado y a sus fuentes
atardecidas, solas.

Es inútil el paso
por antiguos senderos, si no hay alguien
que te indique el final de la tormenta,
del cielo desangrado. Y es inútil
intentar el retorno a aquel paisaje,
al ámbar de su otoño. 

Ahora no consigues
convertir estas sombras en recuerdos,
a no ser que un atisbo de distancia
te justifique el tiempo. Más que nunca,
perdida estás en ti, sin una tregua
que nuble la intemperie. 

Inútil es el día
si no tiene su hallazgo, su pisada
en tu propio terreno. Sólo anhelas
encontrarte otra vez en los jardines
de tu infancia, que siguen conservando
el sitio que dejaste.


                                                       (de A CIERTA ALTURA, 1998)

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