GRANDEZA A LOMBARDÍA
-San Ambrogio-
que eleva a sus sonidos medievales
un pulso monacal, austeramente
descubro San Ambrogio. Las columnas
del claustro reverdecen cuando admiro
todos sus capiteles traspasados
de exorno vegetal. Y aún queda el oro
del altar que Volvinio repujara,
devolviendo grandeza a Lombardía
en su errante brillar por aquel templo.
(de CENÁCULO VINCIANO Y OTROS ESCORZOS, 1985)
No hay comentarios:
Publicar un comentario