LAS CUATRO ESTACIONES DEL DÍA
La aurora comenzaba a hacerse un hueco
por entre los jarrones
y los muebles sombríos,
en la pared de enfrente
y tras el marco gris de la espadaña.
A mediodía fuimos a mirarnos
como si nada hubiera
sido creado aún a nuestros ojos.
Emprendimos la tarde
con ternura y aromas
recién palidecidos en el fresco
jardín que nos salvaba de este mundo.
Y como quienes cumplen
con su nocturnidad y alevosía,
quedamos a las doce en tu almohada.
La aurora, indiferente,
comenzaba a posarse
en el hueco dejado por nosotros.
(de A CIERTA ALTURA, 1998)
Lienzo de Miki de Goodaboom
No hay comentarios:
Publicar un comentario