lunes, 9 de enero de 2017


            


LLEGA EL MOMENTO DE LATIR DESPACIO,
de adentrarse en la última promesa
como quien agoniza. No deseo
más que saberme aquí, junto a mi leve
nitidez, renovada en unas calles
ocultas, por el hecho de ser libre.
Esta consumación se justifica
simplemente embargando los sentidos,
como quien pone al borde de su muerte
una gota de lluvia o una lágrima.


                                                             (de DOMUS AUREA, 1999)

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