sábado, 3 de diciembre de 2016





                INOCENCIA

 
Niña alondra,
que apenas conocía los senderos del aire,
que bordaba sus alas
con rocío
antes de que cayera y transformase
el perfil de la hierba. 

Niña adelfa,
diseminando todos sus rosáceos
despertares al viento,
mecida por las manos
de otras niñas
que, iniciando sus vuelos,
argentaban la luz de la mañana.


                                       (de JARDINES DE MURILLO, 1989)

Lienzo de Etienne A. Piot

2 comentarios:

  1. Muy evocador de esos momentos tan líricos de la infancia antes de que aparezcan las catástrofes. Me gusta.

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    1. Gracias, Julio, ya sabes que la poesía conserva muy bien esa etapa para cuando queramos volver a ella. Saludos.

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