jueves, 3 de noviembre de 2016





                  NIMBO

 
Habladme, nubes, del amor, del cielo
cuando no llueve, cuando
tengo que traspasarlo turbiamente
con saetas de lágrimas.
Nubes, qué soledad os habla entonces,
qué secas armonías
entonan un temblor de oscuridades,
qué repta vuestras formas. 

Habladme, nubes, del amor, del cielo
que llueve sobre mí,
de esas gotas de piedra que he esculpido
con cinceles de lágrimas.
Nubes al fondo de la luz, al fondo
del corazón, plañid en este yermo.


                                                   (de CONTEMPLACIONES, 1988)

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