XVII.
En aquel tren viajaba la última
aventura,
el adiós más amable de un rostro
inexpresivo,
tanto ayer como nubes, las
páginas en blanco
de una historia sin nombre que
ahora terminaba.
Abril de nuevo, toda la luz se
reducía
a un pequeño equipaje, idéntico
refugio
para dos espejismos que acaso ni
tuvieron
otro medio de huida más allá de
la noche.
Bajaron al andén como siempre,
distantes,
inevitablemente silenciosos y
raudos,
dejando atrás el tiempo donde no
volverían
a ser quienes cambiaran de marco
su condena.
Abril era otra vez origen del
abismo,
la línea divisoria de una suerte
anunciada,
aquel tren despidiendo la última
aventura
cuyas páginas iban entonces a
escribirse.
(de OBOE D'AMORE, 2015)
Lienzo de Bob Dornberg
Autentca poesía.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Amiga Josefa, un saludo y gracias por leerme.
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