domingo, 9 de octubre de 2016





TÚ ESTABAS COMO UN ÁRBOL: ESPERANDO

 
Sólo aquel viento seco, arrastrando las horas
de un largo mediodía, pudo dar con tus árboles,
con tu mínima lumbre refugiada en su manto.
Como él, como aquella celebración profana. 

Era un viento que entonces te traía
la oscura libertad que sobrevive
a todas las derrotas, el sentido
del cansancio volándote por dentro. 

Una silueta muda, nacida de la espera,
un huésped ignorado detrás de la ventana,
alguien que no constaba ni siquiera a sí mismo,
todo eso eras tú, mientras languidecías. 

Miraste tan fugaz naturaleza
anhelando que el viento se calmase
a su llegada, clandestinamente,
pero nunca cesó de perseguirte. 

Como él, como aquella soledad triunfadora
enarbolando cielos al mediodía puro,
todo vino a poner las llamas en su sitio,
detrás del ventanal donde tú ya no eras.


                                                          (de LA PAZ DEL ABANDONO, 2014)

Lienzo de Gabriele Bitter

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