LAS RAMAS
Inmóviles en ti, semidesnudas,
sus siluetas clavadas en el cielo,
deshojando tu vida lentamente.
Ellas saben a dónde va el otoño,
cómo temblar de dicha con la lluvia,
pero no te conocen, nunca han visto
tus manos aferradas al silencio.
Y en otras estaciones, otros días
resecarán tu savia. Para entonces
ya no tendrás ni hojas ni raíces.(de DESDE NOVIEMBRE, 1992)
No hay comentarios:
Publicar un comentario