martes, 5 de abril de 2016


      


I.


Faltan pocos minutos para el alba de siempre,
para clavar los ojos al fondo del vacío
y ver que el miedo brilla con la luz apagada.
Ya oigo tus palabras. Levántate, sal fuera.
Entonces soy un Lázaro que regresa a su tumba
con el único anhelo de encontrar un cobijo.
Pero la luz reclama nuestra presencia sola,
nos descubre embalando los rendidos desvelos
cuando todo termina por abrirnos la puerta.
Es el alba de siempre, su realidad confusa,
un espejo que enmarca el adiós sin salida.
Ya ni siquiera oigo tu desnudez. Levántate,
deja atrás la derrota donde aún nos amamos.
Entonces soy un prófugo que se esconde en el hueco
templado de tu ausencia, del día sin mañana.


                                                  (de RETABLO DE CENIZAS, 2011)

Lienzo de Nicoletta Tomas

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Si la miramos con tus ojos, el alba nunca podrá ser la de siempre. Tendrá tu luz, María, tendrá tu tacto.
    Gracias por tanta vida.

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    Respuestas
    1. También el alba tiene tu claridad y transparencia de bella persona, Ana, gracias por seguir visitando mi blog y un abrazo.

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