miércoles, 9 de marzo de 2016





                          ORACIÓN DE JIMENA


Está San Pedro de Cardeña oscuro.
Va llegando la noche
a hospedarse en sus vanos,
y la torre, románica salmodia,
afirma la partida de aquel hombre,
un sabedor en leyes,
mientras el  blanco velo de Jimena
agita la tristeza en su plegaria:
 
-“¿En dónde están los muros,
dónde las piedras cenicientas, fieles,
pues me derrumbo a solas
en este sinmorir en que sostengo
toda la liviandad de mis ruinas?
Te alejaste aquel alba,
cuando acababa de soñar tu ausencia,
mientras los lienzos iban desmayándose
ebrios de luz, ahítos de rescoldos,
sobre losas aún vivas por tus pasos.
Mis ojos son un grito entre las sombras;
mi dolor erosiona las palabras
que pronuncio al oído de la brisa.
Oh mío Cid, aquí estoy. La primavera
os aguarda en mi ser. Volved, que sigo
floreciendo por vos eternamente." 

Soledad en San Pedro de Cardeña,
como otro día más de aquel destierro.
 

                                                         (de LOS APARECIDOS, 1991)

Imagen de Javier Sanz

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