KNOSSOS
Las ánforas se llenan de vientos
primitivos.
Los frescos enrojecen todavía,
después de tantas sombras, cuando
los has mirado.
Acudes esperando que no exista su
ausencia,
que el tiempo no se cumpla mientras
toques
el hueco pavoroso de su cuerpo.
Príncipe de los Lirios, belleza
fulminante
donde una vez estuvo lo sagrado,
vacío sin final para tus ansias.
Antes de que vinieras, él dormía
ya lejos,
embriagado de muerte y hermosura.
Acudes intentando que regresen
sus ojos
al nítido camino de los tuyos,
después de tantos cielos
divergentes.
Pero nada se oye, mientras ruedan
las ánforas
con el viento de Knossos, los
lirios destronados.
(de ES INÚTIL QUE DUERMA, 2015)
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