LAS MONEDAS DE UNOS Y DE OTROS

 

Arrastrabas tu culpa

por todos los burdeles

que nunca visitaste,

por las noches secretas

de aquellos balnearios

entre cuerpos anónimos. 

Pero no conseguías

acusarte de nada,

ni siquiera del tiempo

perdido en adorarle,

cuando tu libertad

traicionó tantas cosas. 

Quién sabe si algún día,

ya deudor de ti mismo,

rendirás esa cuenta

de amor irreversible

confesando la forma

de saldar tu inocencia.

                                                       (de LA PAZ DEL ABANDONO, 2014)

Lienzo de Hall Groat