sábado, 20 de febrero de 2016




        LA CORNEJA

 
Alrededor, lo oscuro,
atmósfera envolvente
donde nada se oía. 

Salvo aquella corneja. 

Supiste atar las sombras entre sí
para que cada noche te dejaran
sostener el lamento fugitivo,
ciegamente visible en la espesura. 

Quisiste derrotar el miedo párvulo
al final de la luz de una bombilla,
con las fuerzas captadas en la cena
y un gesto de inquietud disimulado. 

Pero pronto corrías
a los brazos paternos,
huyendo del sonido
que te desconcertaba. 

Sólo fue la corneja,
tu pequeña adivina.


                                                (de EL PRIMER REINO, 2015)

Lienzo de Pablo Picasso

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