LA CORNEJA
atmósfera
envolvente
Salvo aquella
corneja.
Supiste atar las
sombras entre sí
para que cada
noche te dejaran
sostener el
lamento fugitivo,
ciegamente
visible en la espesura.
Quisiste
derrotar el miedo párvulo
al final de la
luz de una bombilla,
con las fuerzas
captadas en la cena
y un gesto de
inquietud disimulado.
Pero pronto
corrías
a los brazos
paternos,
huyendo del
sonido
que te
desconcertaba.
Sólo fue la
corneja,
tu pequeña
adivina.
(de EL PRIMER REINO, 2015)
Lienzo de Pablo Picasso
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