jueves, 11 de febrero de 2016





                                              I X


Debí de imaginarte.
Me amparaba la adelfa
desplegando su rastro
de lágrima encarnada,
al igual que los mirtos
se erigieron en cómplices
cuando reconocían
el temblor de mis manos.
Debí de suponerlo,
eras tú quien llegaba.
Me entregaste la aurora
avivándola en torno
a tu cuerpo de arcángel,
me hiciste diferente
traspasando mi estigma
con haces olorosos
que nunca terminaban
de amanecer contigo.
Debía convencerme.
Eras tú, pero un sueño.


                                                          (de LOS CIELOS TARDÍOS, 2009)

Lienzo de Felice Casorati

No hay comentarios:

Publicar un comentario