lunes, 22 de febrero de 2016


        


  COMPÁS  DE  CONVENTO

  
Soñar en lo lejano, triste verbo
sin futuro perfecto, con el barro
pegado al cielo... Sueño sin memoria
lo que ha quedado aquí de mi presencia,
por si otras golondrinas aparecen
descorriendo las nubes de esta altura. 

Soñar en un pasado acontecido
cuando la lluvia hería, cuando ataban
sus siluetas las ramas ateridas.
Lejano, triste verbo presintiendo
mi mañana mortal, donde se escriben
los surcos en un barro abandonado.
Rezo mirando al cielo vespertino
diluyéndome en sombras azuladas. 

Quemar la inmensidad en este instante
sólo me deja al pie de lo lejano.
 
 
                                         (de AQUÍ QUEMA LA  NIEBLA, 1986)


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