ESTE MOMENTO QUE NO VERÉ NUNCA

 

Te imaginas oyendo a Glazunov

con los ojos cerrados, junto a alguien,

como si al fin llegase el nuevo día

hasta la realidad que existe apenas. 

Es un momento sólido, fundido

por tantas emociones alcanzadas,

pero luego tus ojos te desnudan

haciéndote creíble el abandono. 

Hoy sólo puedes ver la primavera

a través de un cristal, y nada pides,

excepto que lo sepan esas tardes

templadas, donde acaso la memoria

se compadece de tu maleficio. 

Te imaginas oyendo a Glazunov

con los labios abiertos a la lluvia,

anegados de sed, mientras que alguien,

cuando no esperas nada de la vida,

llega en silencio para estar contigo.

                                                       (de LA PAZ DEL ABANDONO, 2014)

Lienzo de Henri Lebasque