EL POZO

 

Una infancia con sed de luz, de aromas

inmersos en la atmósfera templada,

detenía sus pasos asomada al brocal

donde todo era oscuro, sigiloso, cautivo. 

Antes de ver el fondo, los helechos

mostraban una umbría jubilosa,

paisaje que lograste descubrir de puntillas,

profundamente alzada sobre su transparencia. 

Tu sed de luz hería la frescura

de aquel espejo ciego con la soga

sumergida, palpando los secretos undosos,

ceremonial descenso donde el agua te ataba. 

Oh pozo de los años, lecho frío

por el que viste huir tu calentura,

tus espacios sin límites, tu solaz aromado,

calladamente niña como miras el tiempo.

                                                              (de EL PRIMER REINO, 2015)

Lienzo de Joshemari Larrañaga