sábado, 5 de diciembre de 2015





      MI PASMO PEREGRINO

 
Cruzaba de mañana el Canal Grande,
y a la corriente oscura se ceñían
siluetas de palacios. La Ca’ d’Oro,
tendiéndome su encaje entre leyendas;
el Ponte di Rialto, levemente
suspendido en lo bello de una arcada,
y luego Ca’ Foscari, dedicando
su altura al ajimez más armonioso.
Mientras tanto, yo abría otros canales
con aguas de mi pasmo peregrino.


                                (de CENÁCULO VINCIANO Y OTROS ESCORZOS, 1985)

2 comentarios:

  1. Ver sin ver, sin haber visto. Gracias por traerme Venecia hasta los ojos, hasta el caz del corazón más encendido. Gracias por tanta luz, María. Siempre.

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    1. Hola Ana, dos veces he ido a Venecia y su luz es siempre distinta.
      Gracias a ti por compartirla desde la poesía.
      Abrazos.

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